Ubicado en el centro de la ciudad de Buenos Aires, en una propiedad de 1960, hoy vivienda para un hombre soltero, donde el arte y el cine son los principales componentes de su vida cotidiana. Los espacios otorgan la posibilidad de armar distintos escenarios según momento; una lectura individual, un proyector y una película con amigos, o una reunión multitudinaria.

Se revalorizaron los rasgos propios de la historia del lugar; sus ventanas de vidrio repartido, pisos de madera restaurados, paredes en ladrillo visto. A su vez, se potenciaron estos rasgos con el uso de materiales que remitieran a un mismo tiempo, como los pisos calcáreos y puertas antiguas recicladas, y una paleta de colores cautivadora que invitara a todo ocupante permanente o temporal, a ser parte de la escena.